Siempre se ha creído que el peeling corporal es un tratamiento reservado únicamente para el verano o las épocas del año en las que exponemos más nuestro cuerpo, pero es recomendable durante todo el año.
Es verdad que el efecto de tomar el sol y los baños en las piscinas o playas deshidratan y recesan la piel, aumentando su descamación. Pero en invierno son igual de necesarios, ya que la piel queda asfixiada debajo de la ropa y se produce la falta de transpiración natural, dando lugar a molestos granitos.
Los peelings corporales son una técnica muy habitual, solos o como complemento para cualquier otro tratamiento, ya que preparan la piel previamente para absorber mejor las cremas u otros productos.
Consiguen que la piel luzca con mejor aspecto, quede luminosa y tersa, además de mejorar el riego sanguíneo, eliminar imperfecciones y aumentar la regeneración celular.
Existen diferentes tipos de peeling, que se pueden clasifican en mecánico, físico o químico:
El peeling mecánico es la exfoliación de la piel con aparatología. Imprescindible realizar en centros estéticos.
El peeling fisico se realiza mediante cosméticos exfoliantes con partículas sólidas.
El peeling químico es el que emplea ácidos y productos enzimáticos.
Recuerda que la piel se renueva cada 28 días, pero la contaminación, el sudor y el uso continuado de cremas hacen que este proceso sea más lento y los poros se obstruyan. Gracias al peeling conseguiremos que la piel no se deshidrate y eliminaremos las posibles manchas producidas por el paso del tiempo o una exposición prolongada a los rayos solares.
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