Los cambios ambientales propios de la primavera, una estación inestable en la que tenemos días de mucho calor, días de bajadas de temperatura, brisas y lluvias, provocan cambios en los ácidos grasos de nuestra epidermis. Nuestra piel es la primera en detectar estos cambios climáticos, por lo que hemos de tenerla perfectamente hidratada y protegida ante los agentes externos.
La primavera es la época perfecta para preparar nuestra piel de cara al verano, no sólo nos hemos de acordar de cuidarla e hidratarla con la llegada del calor extremo del verano, sino que, si prevenimos y tratamos la epidermis previamente, evitaremos la aparición de manchas solares, así como el envejecimiento prematuro, además de llegar al verano con una piel limpia y radiante con más luminosidad.
Por esa razón, hemos de hacer mayor hincapié en la limpieza facial, tanto de noche como de día. Es muy importante mantener la epidermis debidamente hidratada para lucir una piel bonita. Podemos utilizar cremas hidratantes más ligeras y humectantes que favorezcan la hidratación. Es el periodo ideal para añadir a nuestra rutina diaria un sérum reparador con el que proteger la epidermis frente a las agresiones externas, ya que en primavera empezamos a pasar más tiempo al aire libre.
La exfoliación ayuda a preparar la piel ante la llegada de los rayos UVA. Realizar una buena exfoliación una o dos veces por semana nos ayuda a mantener la piel limpia de impurezas, renovando la epidermis y multiplicando el efecto de la crema hidratante.
La zona del contorno de ojos es la zona de nuestro rostro que antes envejece debido a que la piel es mucho más fina y frágil. Son muy importantes los cuidados específicos en esta zona de cara a la llegada del verano para evitar la aparición de arrugas que se hacen más visibles debido al sol, tanto por la afección de los rayos UVA cómo por la gesticulación propiciada por las molestias solares. También debemos prestar atención al cuello y el escote, zonas que durante el invierno tenemos tapadas. Llega el momento de aumentar la hidratación para protegerlas de los agentes externos. Nuestra forma de vestir cambia en primavera y volvemos a lucir estas zonas que durante el invierno han estado tapadas y protegidas.
En primavera la piel necesita respirar más, por lo que es aconsejable utilizar bases de maquillaje más ligeras y evitar el uso de polvos que tapan los poros y dificultan la transpiración de la piel. Actualmente hay muchos productos en el mercado con color y protección solar, de textura ligera y suave que aportan a nuestro rostro un color bonito sin necesidad de utilizar maquillajes espesos que no dejen respirar a la piel.
Es muy importante ya en primavera empezar a utilizar cremas con un alto factor de protección solar. La piel tiene memoria y no es nada aconsejable que en estas primeras tomas de contacto con el sol nuestra piel sufra quemaduras. La protección solar es nuestra mejor aliada para prevenir las tan temidas arrugas, así que, en primavera, bajo el maquillaje, hemos de aplicar siempre una crema con alto factor de protección.
Tenemos ganas de sol, de terrazas, de disfrutar de todo lo que nos aporta la primavera. Aprovechemos la buena energía que nos trae la primavera y empecemos a preparar nuestra piel para el tan esperado verano.
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